Un fin de semana sola con ella. Dos días para tenerme como mamá al 100% sin distracciones de hermanos que siempre roban un poco de atención.
Dos días de serenidad, la serenidad llamada Malena.
Las margaritas me invitaron a enseñarle esto, que ella aprendió a la perfección.
Y que viva la primavera!
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