Ella, Maia, conoció todos los secretos de la casa de su abuela, sus tiempos, su casa grande, le hizo compañía para trabajar, para ver televisión, y hasta le hizo alguna bromita diciéndole "hay gente en el negocio" mientras corría desesperada para ir también ella a atender..
El, Marco, disfrutó también mucho de ella. Compartió todas sus mañanas cordobesas, disfrutó de la fruta que ella le preparaba, de los paseos, de las siestas, y de toda la atención que ella le daba en todo momento.
Ella finalmente conoció a su Tío, y como el mismo pensaba (y yo no tenía dudas), lo adoró desde el primer momento. Compartió el amor por Nico, disfrutó de sus cosquillas antes de ir a dormir, de sus canciones de los juegos, de los helados, de los baños le preparó y de los lugares adonde la llevó.
El también conoció a ese tío simpático y cariñoso, y espero que un día también sepa trasmitir la alegría que el tiene.
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