Cuando te vi asi por primera vez, por el cansancio, por las horas pasadas con el dolor.. por la anestesia, por el sueño, por esos casi dos días sin comer no fui capaz de darme cuenta que ese momento, justo ese, era un momento magico, único, especial y sobretodo increiblemente inolvidable y magnifico... tanto tanto que ahora, unos días despues, lo recuerdo y se me llenan los ojos de lágrimas.
Dormía... creo que me dormí con miedo y hasta con un poco de desilución porque después de todo el esfuerzo de un dia entero habíamos terminado en esa gran sala operatoria con el esperando afuera.
Dormía y alguien tocó mi hombro izquierdo para despertarme. Y cuando abrí los ojos estabas así, envuelta en ese paño verde. Sonreí, el mundo se cerró en nosotras dos, toqué tu carita, te acerqué, te besé la frente y finalmente pude darle una carita a mi esperanza, a esa inquieta que durante los ultimos dos meses casi no tenía espacio dentro de mi panza...a las pataditas, al hipo repentino que te venía cada tanto.
Y hoy te abrazo, te miro durante horas sin cansarme. Te miro, me acuerdo de ese momento y sonrío mientras me doy cuenta que de mis ojos se escapan algunas lágrimas de felicidad por tenerte.
1 comentario:
Felicitaciones!! por la nena hermosa, por tus emociones, por tu orgullo y por todas las cosas lindas que estas viviendo!!! No veo la hora de ya tener en mis brazos al mio! :)
Besos desde Londres.
Leti
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