Páginas Principal

Mostrando las entradas con la etiqueta verano. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta verano. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de septiembre de 2013

Un verano que termina

Mañana termina el verano y no quería que tantas de las cosas que ellos vivieron en estos meses que quedaran sin su lugarcito en este blog...
Hicimos mar.. mucho mar, como todos los años. Y como todos los años también ellos vivieron esa vida de libertad, de amigos, de atravesar el portón de casa casi sin preocupaciones, de alejarse metros y metros en la playa sintiendose seguros porque siempre tenían alguien conocido cerca, de vida al aire libre, de giros en bici, noches jugando a las escondidas...
Evitamos armar la cuna de viaje cuando vimos que la primer siesta se acostaron los dos juntos en la cama, y entonces pasaron todas esas noches durmiendo muchas veces uno al lado del otro, casi siempre en la misma posición. Sin molestarse, sin pelear, solo disfrutando de esa compañía que solo entre ellos saben darse!
Para no perder la costumbre, también este verano nos organizamos para la foto recuerdo de ellos... cada vez mas grandes







El, cada vez mas parecido a su papá conquistó corazones por su serenidad...!



Ademas fue el verano en el que aprendió (de a poquito) a andar en bicicleta. Fue el mejor regalo de su segundo cumpleaños, el que mas disfrutó, y del que mas orgulloso estuvo. Nunca olvidó que fue algo que le regaló su papá.
Para ellas fue el verano de Violetta.


viernes, 23 de septiembre de 2011

No llores mi-amor


La primera vez que la escuché decir algo en castellano, algo espontáneo fue este verano.
Un día antes la abuelita había subido al auto con las valijas listas para volver a Córdoba mientras entre llantos Maia decía -siempre en italiano, Porque todos se van?
Yo trataba de improvisar algo rápido en la cocina, Max y Maia volvían del mar y el  piccolo Marco lloraba tratando de llamar un poco mi atención. Al verlo asi desconsolado, ella se acerco al cochecito y en un perfecto castellano argento le dijo  "no llores mi-amor, que la abuelita va a volver".
Fue su primer frase espontánea, la primera vez que la escuché hablarle a alguien en el idioma que yo siempre le hablé.. y ese alguien fue su hermanito!.
 Me giré, encontramos la mirada con Massimo, sonreímos y confieso que me llené de alegría al saber que mi perseverancia comenzaba a dar frutos. Fue la primera vez y después siguieron muchas otras frases, inclusive hasta cuando hablaba dormida..

Esta fue una de las muchas anécdotas de dos meses en el mar, esa casa que nos espera y nos recibe ansiosa desde los primeros fines de semana de primavera.

Llegamos con Marco que tenía solo 7 días, y como hace un año llenamos la casa de voces argentinas, la abuelita,  la tia de Londres, Juli, yo, Maia y el picolo Marco, todo en el medio de una organización casi perfecta.

Marco durmió muchas siestas en el patio o bajo la sombra del pino, y a decir por su peso de 4 meses cuando tenía solo dos, el aire de mar le hizo mas que bien...!
Yo me relajé leyendo libros y trabajando de mamá en las horas libres..:).


Maia aprendió a andar en bici, siguió jugando a las escondidas como el verano pasado y hasta tuvo una noche de baile en el camping cercano a casa con sus amigos de verano.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Muchas historias de verano


- Dale, vamos a la cama a dormir que te leo Babou
- Aspetta un segondo, (mi risponde con la manita) lo lego io
Entonces me saca el libro de las manos, lo abre y empieza a contarte la historia a su modo.

Y te cuenta de Babou y de Tina, te dice que no quieren dormir, que el osito se perdió y no lo puede encontrar, que la mamá le dice que es hora. Y cuando termina me abraza y me dice Dormi mama. Y entonces me doy cuenta que tengo la batalla perdida, que hará lo imposible por hacerme dormir a mi, pero que de dormir ella no tiene ninguna intención.


Y comienza a abrazarme, me pide que apoye la cabeza en su panza y que cierre los ojos. Le pido que cierre los ojos ella también y me responde que no, que soy yo la que tengo que cerrarlos. Y así pasan 10 minutos, 15, 30, tantos que casi empiezo a tener ganas de dormir mientras ella no piensa ni siquiera a la posibilidad. Entonces le digo que no tengo ganas, que leamos otro libro y elige Las hormigas asombrosas (otro mas de los libros Made In Argentina) y otra vez mas lo abre y se lo lee sola solo que en este caso se lo sabe de memoria: Mamá Hormiga está enocada, porque Andy no hate nada, mientras todas las demás juntan hojas sin cesar... de repente ante sus ojos, vio un pastel apetitoooso...!). Y sigue hasta el final.

Repetimos esta escena no menos de 20 de los 25 días de vacaciones. Era su jueguito, hacer la mamá con nosotros, hacernos caricias y mimos hasta hacernos dormir para dormirse solo cuando nosotros ya habíamos cerrado los ojos y de verdad estábamos durmiendo.
Pero las vacaciones nos dejaron muchas anécdotas y detalles que no quiero olvidar.
Que, al menos en la casa del mar, abandonamos la cuna y pasamos a la cama, que le parecía tan grande que hasta el final dijo que la cama era mía y no de ella!

Que, junto con el cambio de cama abandonamos (no del todo aún) también los pañales ,aunque esto es un detalle sobre el que tenemos que seguir trabajando...

Que volvió a ver a sus amigos del mar de todos los años, y Francesca fue, otra vez mas, su preferida!



Que bailó WakaWaka una y otra vez, miles de veces...




Que a las noches después de cena nos miraba y nos decía : Voglio andare a la rotonda (Quiero ir a la rotonda), que es el lugar donde todos los chicos se juntan a jugar

Que en ese lugar, antes de cumplir 2 años y medio, jugó por primera vez a las escondidas, y descubrimos que le encanta contar!

Que viajamos desde Circeo hasta Lecce (600 km.), por mas de cinco horas y durmió todo el viaje, casi como si no estuviera. Al regreso estuvo despierta solo una hora.

Que en este agosto vio Pinocho no menos de 15 veces... y otras tantas pasó con Up. Del primero decía, Pobrecito, quiere ir con su papá...Del segundo, "Llora porque perdió el bambino.."

Que habla y habla, casi siempre cuenta cosas de Tommaso (su primito), historias y cosas inventadas.

Que al principio no quería saber nada con el agua, pero después de un par de semanas entró y flotaba como un pescecito.

Que en el mar transparentísimo del Salento jugamos al pescecito loco.. Yo flotaba panza arriba y ella me tenía los pies y flotaba también. Cuánto se divertía!

Que en la playa amaba hacer huecos gigantes con el papá, hasta entrar y esperar que el mar los llenara de agua.

Que al regreso de la playa al mediodía el baño en el fuentón amarillo en el jardín abajo del pino era una salvación para nosotros que preparábamos el almuerzo, y para ella que lo esperaba.



Y que de a poquito, de a poquito.. recién ahora empieza a tener momentos en el que prefiere mil veces su papá a su mamá...

lunes, 21 de septiembre de 2009

Un verano que se fue..



Tu segundo verano de aire de mar, de playa, de sol, de ser una muñeca para las nenas mas grandes.
El verano de los grandes pasos en el que nos sorprendías cada día con una nueva cosa.





La segunda visita de tu abuela que dedicó parte de sus tardes a vestirte y peinarte después de cada baño, que supo dejarte sola si así querías estar y a quien despediste en el aeropuerto con uno de los primeros besos de tu vida.




Repetiste tu agitadísima vida social del año pasado con todos los amiguitos del mar. Algo que quisimos llamar "el master del verano", porque con ellos (casi todos mas grandes) aprendiste a hacer un monton de cosas.


Tuviste las mismas babysitters que el verano pasado. Desde Francesca -que adorabas- y a quien le robaste horas de juego con sus pares y algunos kilos de fruta y galletitas, hasta Virginia, y Flavia, con quien tuviste una extraña relacion de amor/odio.

Aprendiste a defenderte, y como!!! tanto que llegamos a llamarte el nuevo Annibal Lecter!.



Con Dorita tuviste el primer enojo de tu vida que te duró casi toda su estadía. No quisiste perdonarle que fuera ella a darte la primera penitencia de tu vida (y la segunda, la tercera...) cuando hacías esas cosas que ya te habíamos explicado que no se hacían. Asi cada mordida se convertía en una penitencia, y tenías muchas de ellas que no perdonaste. Hasta la de una tarde al mar cuando decidiste agarrar tus sandalias, hacertelas poner por una amiguita levantandole un pie y el otro, girarte y encaminarte en dirección a casa dejando a Dora sola en la playa!

Pasaste del miedo al amor total con el agua. Mientras al principio era casi imposible meterte al agua , de a poquito pasaste por el salvavidas, los flotadores en los brazos y al final no querías nada, solo estar dentro como todos los demás.

Decidiste, que así como el biberón es desde hace mucho algo solo tuyo, era hora de hacer lo mismo con la cuchara y comenzaste a rechazar cualquier intento de llevarte a la boca una cuchara que no tuvieras en tus manos.

Y empezaste a demostrar algunos signos claros del carácter: un poco de celos, algo de caprichos (que puede ser normal a esta edad) y mucho de determinación.


Creo que nos vas a dar mucho trabajo de grande!