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martes, 26 de enero de 2010

Ocurrencias (des)iluminadas

Buscaste el teléfono, te acercaste me lo diste en la mano y me dijiste Abela Abela!

Yo, contenta por esta ocurrencia te expliqué que trataríamos de llamar, pero quizás la abuela estaba sin luz, que en su ciudad había muchos cortes de energía a todas las horas, entonces era posible que el teléfono ni siquiera sonara y que nos quedáramos sin poder hablar con ella a pesar de tu pedido.

Escuchaste muy atenta mi explicación, dijiste Luz y sin darme cuenta, hiciste una conexión mental entre tu abuela y la falta de luz...

Por suerte esa noche Alta Córdoba estaba iluminada, mamá escuchó el teléfono y las tres disfrutamos de ese primer clarísimo pedido tuyo de hablar con ella, mientras la llenabas de besos y sonrisas a través de la pantalla de la compu con Skype siempre repitiendo Luz Luz..!

Esta mañana, mientras desayunábamos, repentinamente y sin aviso se cortó la luz en casa también. Y entonces vos, reflotando contenta esos nuevos conocimientos, en cada corte abrías grande tus ojitos y decías sorprendida, luz, luz, abela, abela!!


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